El año pasado, Ana María Gómez Londoño M.A. Ph.D se posesionó como la nueva directora de Movilidad y Formación para el Trabajo del Ministerio del Trabajo. Ana María tiene a su cargo los grupos de Gestión de la Política de Formación y los lineamientos de política de Migración Laboral del Ministerio del Trabajo que se encargan de la formación especializada para el trabajo, entre las que se encuentra el SENA.
Entre los retos de este nuevo cargo se encuentran mejorar el tamaño y la calidad de la oferta de formación, cualificar el Estado y la Función Pública dando lineamientos de políticas basados en la investigación y en los desafíos del país. Igualmente soportados en la evaluación de impacto de programas con poblaciones retornadas al país, entre las que se encuentran poblaciones de alto nivel de desempeño académico que retornan al país con maestrías y doctorados, así como en la creciente ola migratoria con Venezuela con familias binacionales colombovenezolas, jóvenes, trabajadores y víctimas del conflicto armado.
Ana María es Doctora en Ciencias Sociales, Humanas y de la Cultura de la Universidad Libre de Berlín, Alemania. Su formación académica interdisciplinar ha estado siempre orientada a estudiar problemáticas del país. Cuenta con estudios en Alta Dirección Pública de la Escuela de Gobierno de América Latina adscrita al Instituto de investigaciones Ortega y Gasset de Madrid, es magíster en Artes de la Universidad Nacional de Colombia y Psicóloga con especialización en Estudios Culturales de la Pontificia Universidad Javeriana. Tiene más de 12 años de experiencia en el diseño, fomento, implementación de programas de formación y educación con estándares de calidad. Se ha desempeñado también como coordinadora del Programa de Jóvenes Investigadores e Innovadores del Instituto Pensar en la Pontificia Universidad Javeriana.
Ana María es beneficiaria de COLFUTURO y se enfocó en América Latina como objeto de estudio durante el Doctorado. Esto le permitió analizar y entender la manera en la que las acciones del Ministerio del Trabajo podrían estructurar una ruta social para la paz en la que se mejora el reconocimiento social y económico de esta población que se incorpora al mercado laboral dentro del marco del posconflicto.