Valeria Montaña trae a Colombia su obra “Fishing in the inner sea”, una instalación en pintura, cerámica y vidrio, que expone hasta el 15 de diciembre en la casa de sus abuelos, la pintora Teyé y el escritor Antonio Montaña.
La obra de Valeria Montaña está cargada de misticismo al punto que le gusta pensar en la posibilidad de hacer arte espiritual con el vidrio, un material en el cual ha concentrado su arte y que la ha llevado a ganar premios internacionales como la beca Glass Art Society para ir a Murano, en Italia, al Glass Art Conference, y el premio Art of Patrón, de Tequila Patrón, por una botella de tequila que intervino con vidrio soplado.
Su pasión por el vidrio la llevó a hacer, con el apoyo de Colfuturo, una maestría de Arte y Ciencia del Vidrio en la Universidad Nova de Lisboa y la Universidad Lisboa -Facultad de Bellas Artes, la cual terminó este año con su tesis “Fishing in the inner sea”, una instalación en pintura, cerámica y vidrio que presentó en Portugal y trajo a Colombia para exponerla en la Casa de La Cantera, en Chía, como una forma de honrar a sus abuelos, la pintora Teyé (Teresa Cuéllar) y el escritor Antonio Montaña.
La Casa de la Cantera no solo era el lugar ideal para la exposición por ser la casa de sus abuelos, sino que es un espacio no convencional, como lo fue la capilla donde expuso su tesis por primera vez en Portugal.
Su pasión por el vidrio la llevó a hacer, con el apoyo de Colfuturo, una maestría de Arte y Ciencia del Vidrio en la Universidad Nova de Lisboa y la Universidad Lisboa -Facultad de Bellas Artes
“Fishing in the inner sea”, que estará expuesta hasta el 15 de diciembre y podrá ser vista con cita previa (319 3248522), es una pintura-instalación que Valeria hizo en Portugal y que la aumentó al traerla a Colombia ya que su carácter rizomático lo permite. “Planteó la obra como algo inmersivo de carácter espacial que tiene un fuerte carácter pictórico. Es nómada porque viaja conmigo y llega al lugar donde será expuesta lista para expandirse en él y habitarlo (como la maleza, rizomática), volviéndose una obra que dialoga con el espacio donde está, haciéndose específica para él”, explica Valeria.
Cada pintura tiene correspondencia con una carta de la mano de copas del tarot, cartas que tienen relación con el mundo emocional. Son 14 cartas para 14 estados emotivos del ser. Se plantean como piezas de libre asociación afectiva, conteniendo en sí un mundo de símbolos que abren un mundo interpretativo amplio, rico y diverso.
“Este trabajo no existiría de no haber viajado. La influencia portuguesa en mi obra es extremadamente fuerte: por los azules, por los azulejos, por la manera en que pintó cerámica y la manera en que veo el vidrio en la actualidad. Crezco mucho y mi obra allí amadurece de una manera increíble. Estoy muy contenta de haber tomado la decisión de irme con el apoyo de Colfuturo”, señala Valeria.
Los invitamos a seguir su trabajo en Instagram @valeriamontana