“El dibujo siempre me ha acompañado como un ejercicio meditativo. Cuando estoy en eso, pierdo la noción del tiempo”

El artista bogotano Esteban Peña Parga continúa destacándose con su presencia en las galerías más prestigiosas e históricas del Reino Unido. Aquí te contamos una parte de su historia, en la cual el Programa Crédito Beca, con el cual financió su maestría en Londres, ha sido transversal para lo que está haciendo y viviendo en la actualidad.

Escrito por: Luis Carlos Proaños O.

“En el colegio me destaqué por hacer las cosas bien en las artes. No me iba para nada bien en las otras materias. Tanto que mis cuadernos tenían más dibujos de atrás hacia adelante que lo que tenía que hacer de ejercicios de adelante para atrás. Finalmente, en la universidad pude desarrollar esas habilidades artísticas”, así explica el artista bogotano Esteban Peña el origen de su vocación por la pintura y el dibujo.

Egresado como maestro en Artes Plásticas, con énfasis en pintura y dibujo, de la Universidad de los Andes, desde 2003 estuvo trabajando durante 6 años en diferentes universidades como profesor. “En la Jorge Tadeo Lozano, la Nueva Granada y la Academia de Artes Guerrero. En general en el área de dibujo y pintura”, recuerda. Además de dedicarse a la docencia, había sido artista activo y practicante. Por eso, durante cuatro años vivió exclusivamente del arte en Bogotá, siendo representado por la galería Nueveochenta desde 2008 y exponiendo sus obras tanto individual como colectivamente.

El pintor Esteban Peña

Diez años después de haberse graduado de la universidad, y tras haber vivido esas etapas, decidió que era el momento de darle un giro a su vida y hacer un posgrado en el exterior. “Ya era hora de tomar el siguiente paso. Ya había vivido varias experiencias fuera de la academia como artista en Colombia”, reconoce en entrevista con COLFUTURO desde Lincoln, Reino Unido.

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Caminos que se cruzan para vivir un sueño

Escogió como destino Londres y empezó a estudiar su maestría en Fine Arts en Central Saint Martins, parte de University Of the Arts London. Allí sus caminos se entrelazaron con los de COLFUTURO y se convirtió en beneficiario del Programa Crédito Beca en 2011. “De ninguna otra manera me hubiera podido ir a Inglaterra. Si no fuera por COLFUTURO no lo habría hecho”, agradece. 

La maestría cambió su vida, pues además del bagaje teórico-práctico y el reconocimiento profesional que implicó un estudio de ese nivel, allí conoció a Caroline, ‘The Love of His Life’ como él la llama, quien es su esposa y con quien tiene dos hijos. Ella también es artista, enfocada en el campo de la fotografía contemporánea. 

De su paso por la academia en Londres, lo marcó la libertad para hacer. “El proyecto dependía de uno. Como ya venía trabajando como artista los años anteriores, logré sacar durante la maestría dos proyectos investigativos grandes. Uno llamado Aguadas, que se expuso tanto en Colombia en la galería Nueveochenta, como en Londres en la exposición Future Map en Letheby Gallery. El otro que fue una compilación de ideas locas que fue la tesis de grado en 2013, que era precisamente unos apuntes sobre esos choques culturales que se tienen en una ciudad tan diversa como Londres”, recuerda. 

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Al terminar sus estudios volvió a Colombia junto a Caroline, para trabajar como profesor en la Universidad de los Andes. “Fui profesor de cátedra desde 2013 hasta 2017. En 2017 fui contratado como profesor de planta en el área de Dibujo y Pintura. Daba clases, desde primer semestre hasta asesorías de maestría”, explica.

"Trato de tener un escrito corto con las pistas claves para acercarse a lo que estoy tratando de mostrar. El arte no es una cosa dada, requiere de la participación del espectador”

En el camino llegaron sus dos hijos y en medio de la pandemia, tomaron la decisión de retornar a Reino Unido. Ese regreso al país del que es originaria su esposa le ha permitido volver a dedicarse al 100 % a la creación artística. 

“Me tocó adaptarme por completo nuevamente. Me tomó un tiempo saber cuáles eran los concursos de arte que valen la pena. Siendo Londres una ciudad de arte, hay un montón de oportunidades que no necesariamente son tan pertinentes como uno quisiera, hay lugares que quieren vivir de las ilusiones y ganas de exponer de los artistas. Me tomó un tiempo saber cuáles eran los que valían la pena y dónde podría caber yo”, explica.

Exposiciones de alto nivel y obras que proponen juegos visuales

Justamente en 2021, obtuvo una residencia artística llamada ‘Our patch of earth’ con la cual se dedicó a realizar una investigación creativa sobre el fenómeno de la luz invisible, una forma de comunicación que tienen las flores y los insectos. Como artista residente Esteban convirtió la galería del museo en su taller y durante los siguientes meses de su estadía las obras se iban haciendo y ubicando en el espacio expositivo. 

“Esta comunicación es en ondas, en colores, en luces más allá del arcoíris, los insectos pueden ver en ultravioleta. Lo que hago con esas flores es resignificar el concepto del bodegón o de naturaleza muerta. Unifico tres fotografías de las flores y pinto en unas cincuenta capas de colores Cian, Magenta, Amarillo y Negro. Los mismos colores que usan las impresoras. Pinto como un impresor humano. Los colores extras se van haciendo en la mezcla de los colores utilizados. De lejos la pintura parece lo que es, una flor multi espectro, pero de cerca se ven las capas y las pinceladas de cómo están hechas esas pinturas. Me interesa que se note que es pintura. No me interesa imitar”, explica. Así fue como nació la obra ‘Diente de León Fluorescente”, una obra con la cual fue seleccionado para exponer en el prestigioso Royal Institute of Painters in Water Colour, entidad que tiene más de 200 años de historia.

Beneficiario Esteban Peña

También trabajó en otra serie llamada ‘Siluetas de flores en peligro de extinción’. “Para ello cogí la lista roja de flores inglesas en peligro de extinción y empecé a hacer siluetas en una pintura hipernegra haciendo el vacío de la figura. Allí se ve el vacío precisamente porque estas especies probablemente van a desaparecer”, explica.

Este año ha expuesto en otras exhibiciones prestigiosas como la Royal Scottish Academy en Edimburgo y la Royal Birmingham Society of Artist Summer Show 2024, un encuentro anual que data desde 1814.

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En sus obras, este artista bogotano siempre trata de proponerle múltiples juegos a los espectadores. En el caso de las flores, es un ejercicio de percepción desde cerca y desde lejos por la distorsión de las luces. “Lo que pasa con el arte es que está hecho para personas curiosas. Si no lo son, se pierden un poco de lo que trata el proyecto. Trato de tener un escrito corto con las pistas claves para acercarse a lo que estoy tratando de mostrar. El arte no es una cosa dada, requiere de la participación del espectador”, así lo explica.

Beneficiario Esteban Peña

Tiene claro que su lenguaje artístico busca dejar rastros y huellas. “Todo depende de la resonancia y los ecos que generen estos rastros en el espectador. Las obras no son para todos en todos los momentos. Hay obras que llegan en el momento indicado y otras que no, que pueden demorarse años en llegar, hay que estar abierto para poder recibir de lo contrario pueden no llegar nunca”, agrega.

Un arte y un camino que vuelve a tomar forma

Para Esteban, el arte es un modo de meditación. “El dibujo siempre me ha acompañado como un ejercicio meditativo. Cuando estoy en eso pierdo la noción del tiempo y me pierdo en esa lógica”. Y en esta etapa de su vida en la que transita actualmente, ha vuelto a activar esa dinámica creativa de tiempo completo.

"Los reconocimientos son gratificantes y enriquecedores, pero no lo hago por eso. Es más una maratón que pequeñas etapas. Hay que hacer cada etapa bien"

Junto a su esposa, este año fundó Studio Parga, una empresa de impresiones de arte contemporáneo. Algo que él llama “impresiones impresionantes”. Para ello, sacan ediciones limitadas de las obras que artistas latinoamericanos les han entregado el registro. “Pensamos que entre más reconocimiento tienes, más valoradas son las obras. Por eso, tener una empresa de impresiones artísticas podría darle acceso a un mayor público en unas ediciones limitadas. Pensamos que muchas más personas que no tienen la capacidad de comprar una obra original, pero sí para invertir en una edición seriada más asequible, lo puedan tener”, explica. 

En medio del proceso, de las idas y vueltas, y de las peripecias que implica dedicarse a ser artista de tiempo completo, Esteban ha comprendido que todo esto requiere de constancia y disciplina. “Se trata de ir construyendo un camino sólido para tener un presente lo más enriquecedor posible. Los reconocimientos son gratificantes y enriquecedores, pero no lo hago por eso. Es más una maratón que pequeñas etapas. Hay que hacer cada etapa bien. Es una carrera larga y hay que saber sobrevivir en el tiempo”, finaliza.