El colombiano David Montenegro fue nombrado, a finales de 2023, como nuevo jefe de Programación del Festival Internacional de Cine de Cartagena (FICCI). Asume nuevos retos para esta vitrina de la exhibición audiovisual nacional e internacional, mientras se encuentra finalizando una maestría en Visual Culture en Suecia, con el apoyo del Programa Crédito Beca de COLFUTURO. Esta es su historia.
Escrito por: Luis Carlos Proaños O.
¿Qué moviliza al bogotano David Montenegro? Su respuesta es clara y contundente: el cine, las imágenes, la materia, la filosofía y pensar en las posibilidades de la imagen para contar historias.
Eso explica con elocuencia que su relación con los festivales de cine comenzó muy temprano en su vida. Durante su pregrado, estuvo vinculado a proyectos como The Classics, un festival de cine clásicos que se realizaba en Avenida Chile e IndieBo, un festival de cine independiente en Bogotá.
Esos primeros pasos abonaron el camino que lo llevó hasta el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI), evento en el cual, a finales del año pasado, fue ascendido al cargo de jefe de Programación.
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Sobre este nombramiento y lo que implica, David explica desde Suecia que es una responsabilidad bastante grande al ser un cargo que han asumido profesionales con amplia experiencia, pero tiene claro el abanico de oportunidades que le presenta. “Supone un gran reto, pero es muy importante para poder conectar la cinematografía colombiana con diferentes espacios y, por supuesto, llevar películas de diferentes circuitos internacionales: europeos, asiáticos y norteamericanos, al mercado colombiano”, señala desde Lund, en entrevista con COLFUTURO.
Llegó al FICCI en octubre del 2018 como asistente de programación durante el primer año de la dirección creativa de Felipe Aljure en el festival. Esa etapa la recuerda de una forma muy especial: “Pude conocer diversas personas de la industria audiovisual, trabajar con personalidades nacionales e internacionales de la creación de festivales y de gestión cultural. Se ha creado una relación con productores, distribuidores, agentes de ventas y con aquellos que están constantemente conectados con el mundo audiovisual”.
David, quien es Maestro en Cinematografía de la Universidad Central, asume este nuevo cargo, en el cual estará bajo la dirección artística del guionista y curador alemán Ansgar Vogt para la edición 63 del festival, con el objetivo “de fortalecer la promoción del cine colombiano en el marco del festival, al mismo tiempo que se crean y tienden puentes para que el cine iberoamericano e internacional puedan dialogar con el mercado nacional”.
Este ascenso en su trayectoria profesional coincide justo con la etapa de estudios de maestría en Suecia. Actualmente se encuentra realizando un programa de Visual Culture en Lund University (Suecia), luego de recibir el apoyo del Programa Crédito Beca de COLFUTURO, en el año 2021.
Las razones que lo llevaron a escoger este destino educativo estaban ligadas a su necesidad de expandir su mapa: “viajar, conocer otros festivales, saber lo que estaba pasando acá, cómo se estaban pensando el cine, la imagen”. Su decisión también estaba marcada por el interés de ver qué podía extrapolar de allá para aplicar acá. “Entrar en contacto con otra cultura y ver de qué manera se puede apoyar el cine colombiano desde otra plataforma”, explica David.
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“El apoyo de COLFUTURO me ha ayudado a transitar espacios de tranquilidad y de reconocimiento, y así he logrado enfocarme en mis proyectos”
La calidad académica de Lund University, así como el enfoque del programa también fueron determinantes. “Visual Culture no es una maestría muy popular, tiene un poco de estudios culturales y de estudios visuales, pero durante los últimos años ha ganado un poco de fuerza en el campo de las humanidades, haciéndola una materia interdisciplinar que reflexiona sobre la imagen en su vasta complejidad, pero también en el tiempo visual, el cuerpo, las dinámicas de representación, lo visible y lo invisible. Además, está enfocada en investigación y Lund es una de las mejores del mundo en ese sentido”.
Varios hallazgos han marcado su experiencia alrededor de Lund, una de las ciudades más antiguas e importantes de Suecia. El primero es la importancia del apoyo estatal en los certámenes culturales. “Una enseñanza de estar acá es ver de qué manera se construye ese ecosistema y ver cómo ser independientes desde el núcleo”, agrega.
Este viaje le permitió visitar y conocer importantes festivales de cine internacionales como el de Tallinn (Estonia) uno de los más grandes del Norte de Europa; el de Gotemburgo (Suecia); el de Locarno (Suiza), y por invitación del propio certamen, el de San Sebastián (España).
Gracias a ello, es consciente de la importancia de articular, en Colombia, a las diferentes instituciones públicas y privadas para que apoyen los eventos culturales, especialmente aquellos más pequeños. “Asimismo, ver de qué manera el ecosistema audiovisual puede encontrar una forma de financiación que no dependa solo del estado, sino cómo vincularse en ese sentido con entidades extranjeras de otros países iberoamericanos”, resalta.
También lo ha impresionado la diferencia en la forma de concebir el tiempo de la cultura Escandinavia y el impacto que eso tiene en el proceso creativo: “Esto es clave para transitar procesos de reflexión, de retroalimentación, respecto a las actividades rutinarias y cotidianas. Me llevo la posibilidad de transitar nuevos tiempos y espacios hacia el entendimiento de procesos académicos y artísticos. Creo que he tenido el tiempo de explorar mi parte creativa, académica y social y encontrar el balance entre esos espectros”, explica.
“Encuentro que este camino puede ser muy creativo y me llevo la oportunidad de pensar en la academia como un lugar donde se puede crear de forma holística y colectiva; y desde donde se puede aportar para la construcción de país y de sociedad”
Montenegro agradece el apoyo que ha recibido por parte de COLFUTURO y explica que eso le ha permitido enfocarse completamente en sus estudios y en su trabajo, desde la distancia, en el FICCI. “Me ha ayudado a transitar espacios de tranquilidad y de reconocimiento, y así he logrado enfocarme en mis proyectos”, agrega.
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Desde su experiencia este tipo de aventuras, como el hecho de estudiar en el exterior, se disfrutan en la medida en la que las personas puedan viajar con tranquilidad a desarrollar su proyecto. “Teniendo el tiempo para estudiar, investigar, viajar, y el individual para explorar la identidad propia. En Colombia a veces puede parecer difícil encontrarlo”.
Actualmente David se encuentra en la etapa de construcción de la tesis de maestría. Para ello, puso la mirada en Colombia y el conflicto. Su trabajo de tesis propone un camino metodológico para analizar las imágenes en el marco del posconflicto colombiano a través del objeto afectivo: “Es decir de qué manera los objetos e imágenes que están en diferentes espacios (museos, casas abandonadas, el archivo) tienen una suerte de agencia. ¿Cómo nos afectan estas imágenes cuándo las vemos? ¿Cómo nos atraviesan en los afectos y qué podemos aprender de ellas al verlas? Esa es la ruta, seguimos estructurándolo”, cuenta.
"Lo más importante para un festival como el FICCI son las personas que asisten. Cartagena es un cuerpo vivo que sucede en esos 6 días y que se construye a partir de las relaciones que salen de ahí”
En diciembre del año pasado se ganó la financiación que otorga la Crafoord Foundation, una plataforma que apoya estudiantes locales e internacionales en sus viajes de investigación. Con ese presupuesto viajará a Colombia para poner en marcha el proyecto. “La idea es visitar esos escenarios, tomar fotografías, investigar sobre la materia y la presencia de estos objetos para enfocar hacia dónde podemos llevar la investigación”, cuenta.
Todos los ángulos de esta etapa le han mostrado el campo de la investigación como una posibilidad alternativa de desarrollo. “Encuentro que este camino puede ser muy creativo y me llevo la oportunidad de pensar en la academia como un lugar donde se puede crear de forma holística y colectiva; y desde donde se puede aportar para la construcción de país y de sociedad”.
Con la experiencia previa de lo que ha hecho en el festival, David reconoce que es una ventaja conocer el festival desde adentro; sin embargo, es consciente de que ahora su perspectiva debe ser distinta, mucho más integral, y que su responsabilidad es enorme.
“Ahora tengo un rol más creativo que implica tener una visión horizontal y periférica de cuál es el estado actual del cine colombiano, Iberoamericano e Internacional, decidiendo sobre una base conceptual las categorías a las que pertenecen, conciliando al mismo tiempo los procesos de curaduría internos que tiene el festival. Lo más importante para un festival como el FICCI son las personas que asisten: los invitados, la cinefilia, los estudiantes, los realizadores, el equipo técnico. Cartagena es un cuerpo vivo que sucede en esos 6 días y que se construye a partir de las relaciones que salen de ahí”, finaliza David con la seguridad y apropiación de quien sabe de lo que habla.