Los paisajes han forjado la carrera de la arquitecta colombiana Lina Buitrago. La vida la ha dirigido en múltiples ocasiones hacia Alemania, país donde realizó su posgrado y donde ha empezado a desempeñarse laboralmente en una oficina que se enfoca en proyectos de planeación y diseño de exteriores que mezclan el tema medioambiental con el desarrollo urbano.
Escrito por Luis Carlos Proaños O.
Las casualidades moldean destinos, como en el caso de Lina Buitrago Gamboa. Todo empezó al decidir la vocación a la cual iba a dedicar su vida. Tras los buenos desempeños académicos con el arte y las matemáticas durante su etapa escolar, tenía el proyecto de estudiar un pregrado en Artes en la Universidad Nacional pero, en su momento, no fue admitida.
Analizó la situación y en lugar de empeñarse en intentarlo una vez más, buscó otra opción. Arquitectura fue la carrera escogida, pues combinaba perfectamente estas dos áreas. Tuvo éxito en la aplicación y empezó así su nuevo plan de vida.
Tiempo después, una vez más la combinación de hechos fortuitos terminaron por convencerla para tomar otra decisión trascendental sobre su futuro: continuar su formación profesional en Europa.
Un año antes de terminar su carrera, se fue a hacer un intercambio a España en la Universidad de Granada y durante esta travesía aprovechó para visitar la ciudad alemana de Saarbrücken. Esos días bastaron para revivir en su interior la relación que guardaba desde muy pequeña, cuando viajó con su familia por este, el tercer país más poblado de la Unión Europea.
Al regresar a Colombia, después de esta experiencia ya tenía claro el destino donde realizaría su posgrado. Paralelamente, en esa época se ganó una beca total del Instituto Goethe en Bogotá para estudiar alemán tras un voluntariado en el jardín comunitario que realizó con la entidad. “Entonces ahí dije: «Bueno, sí me están dando esto es porque Alemania si tiene algo bueno para mí»", recuerda.
“Desde la arquitectura me fui yendo por el lado de las plantas y el tema ambiental. Eso siempre me interesó”
De esa forma empezó a reforzar su dominio del idioma y empezó a buscar opciones para financiar su posgrado en Alemania. Se postuló en 2018 al Programa Crédito Beca de COLFUTURO y fue seleccionada para recibir el apoyo, pero no lo utilizó inmediatamente.
Viajó a ese país para terminar de pulir su manejo del idioma, pues era un requisito de admisión en la universidad y aprovechó el plazo de dos años que otorga la Fundación para la legalización del crédito beca, con el objetivo de perfeccionarlo.
Una vez consiguió el certificado de alemán, legalizó el crédito beca, fue admitida en la universidad y comenzó su aventura académica en el European Master in Landscape Architecture (EMiLA) de la Gottfried Wilhelm Leibniz Universität en Hannover. Este programa hace parte de Erasmus, la iniciativa de la Unión Europea cuyo objetivo es financiar programas de intercambio internacional, incluyendo los posgrados.
Gracias a eso, Lina pudo hacer dos semestres en universidades diferentes. Escogió la Escola Técnica Superior d'Arquitectura de Barcelona (ETSAB) y Edinburgh School of Architecture and Landscape Architecture como destinos. Esta maestría tiene un enfoque europeo en la arquitectura de paisaje, una disciplina que se encarga del diseño y construcción de espacios exteriores. “Desde la arquitectura me fui yendo por el lado de las plantas y el tema ambiental. Eso siempre me interesó”, reconoce Lina.
"El ser humano también, en relación con diferentes especies, hace que sea posible la transformación del paisaje. Para que esto suceda tiene que haber una concientización del tiempo geológico"
Durante sus clases enriqueció su interés por explorar las posibilidades que otorga la arquitectura del paisaje para afrontar los desafíos del cambio climático y su relación en el tiempo con todos los seres que habitan la Tierra. Por eso su tesis fue una exploración profunda al respecto.
Investigó el tema de la geología, caracterizada por acontecimientos importantes de la historia de la Tierra y de la vida, desde una perspectiva sensible al lugar, geográfica y social, y cómo la aceleración económica ha tenido un gran impacto en la transformación del río Elba en Alemania.
“La conclusión es cómo el ser humano también, en relación con diferentes especies, hace que sea posible la transformación del paisaje. Para que esto suceda tiene que haber una concientización del tiempo geológico. Estamos muy acostumbrados a los tiempos inmediatos. Debemos ser consientes de que todo tarda más de lo que creemos y por ello debemos ser más pacientes. En Alemania el estudio de la arquitectura de paisaje es sobre todo técnico; mi tesis fue más una exploración artística y filosófica. Me llena de orgullo demostrar esa perspectiva, que también puede servir para lo técnico y lo ingenieril”, explica sobre su investigación.
Participó en un concurso de arquitectura de Competition Online en el que expuso los resultados de su trabajo investigativo y le asombró el nivel de calidad de sus contendientes. Justamente el proyecto de uno de los ganadores, un berlinés, también pertenecía al área del paisaje. Quedó satisfecha con su postulación y luego vino el momento de ponerse manos a la obra en el campo laboral.
Para realizar su práctica, aplicó a LAND Germany GmB, una oficina alemana de paisaje que se enfoca en la transformación de regiones, ciudades y lugares desde 1990, y fue seleccionada para hacer parte del equipo conformado por más de 90 arquitectos, paisajistas, urbanistas, agrónomos, ingenieros e investigadores.
Al graduarse en octubre de 2021 de su maestría, fue contratada de tiempo completo en LAND y actualmente se desempeña en proyectos de diseño de exteriores para jardines infantiles y colegios en Alemania. “Trabajamos en conjunto con los arquitectos. Nosotros diseñamos lo que va afuera: donde van los juegos, la plantación. Aquí es importante el tema de los techos verdes. El paisajista también se encarga del diseño de los techos con las plantas”, cuenta desde su apartamento en la ciudad de Colonia.
Esta oficina tiene sede en Lugano (Suiza), Düsseldorf (Alemania) y Milán (Italia), y ha recibido más de 17 premios internacionales entre los que se incluyen el Premio Mercurio, uno de los Wan Awards, el de la Biennale Pisa, y el Passive y Low Energy Architecture Award (PLEA). Su director, Andreas Kipar, ha sido designado para desarrollar planes estratégicos territoriales, como en la cuenca del río Ruhr, en la meseta de Karst, en Langhe, en el lago de Garda y en varias islas italianas, según la información oficial de su página web.
Toda la experiencia en territorio europeo le ha enseñado que “los colombianos estamos demasiado enfocados en lo local” y que “a veces también es bueno expandir la perspectiva para ver qué pasa en otros lugares y cómo se vive allí. De eso también podemos aprender mucho”.
Durante este tiempo, también ha tenido una relación fuerte con Colombia en lo que podría entenderse como el inicio de la retribución del conocimiento que ha adquirido en el exterior. En los últimos meses ha participado en dos de los cursos de jardinería online que dicta la Universidad del Rosario: el primero, Jardinería Apasionada, era para los interesados en diseñar este tipo de jardines, el cual tuvo una buena acogida entre los adultos mayores; y el segundo, llamado El Jardín para la Biodiversidad, que estuvo más enfocado en cómo atraer especies para la incrementar la biodiversidad en el jardín.
Entre tanto, mientras se desenvuelve en sus labores diarias, Lina Buitrago sigue ideando la forma en la que puede aportar al progreso del país con la aplicación de su conocimiento. “Cuando el inmigrante colombiano decide establecerse en un lugar que no es su país, se hace una pregunta todo el tiempo: ‘¿Qué puedo hacer por mi país?’. Conozco muchas personas que han logrado eso con proyectos personales e investigaciones. Están ligados”, confiesa.
Tiene muy claro que estudiar en el exterior puede ser un mecanismo útil para reforzar la identidad de lo que significa ser colombiano y ayudar al progreso del país con un enfoque del territorio. “Al recibir todo el conocimiento y regresar, la identidad se vuelve más fuerte. Regresas a no hacer lo mismo, sino a aportar con nuevos conocimientos aplicables en Colombia y combinarlos con los que hay en el lugar”.
Créditos imágenes:
1. Norbert Krebber
2. Benedikt Schlund
3. Lina Buitrago