Repasar los más de 20 años de trayectoria profesional del comunicador bogotano Ricardo Corredor Cure es dar un paseo por los diferentes cambios y retos que han vivido los campos de la comunicación, la cultura y el periodismo en la región de Latinoamérica. Ricardo es egresado de Comunicación Social de la Pontificia Universidad Javeriana y su carrera ha estado enmarcada en dos temas claves: educación y paz.

Su experiencia de estudios en New York, la Gran Manzana, y el epicentro por excelencia de las grandes corporaciones mediáticas, fue un momento clave para comprender todos los cambios que llegarían con el auge de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación a medida que empezaba el ocaso del siglo XX.

“Sentía la necesidad de tener una mirada más allá de lo que estaba sucediendo en Colombia. Hasta ese momento mi trabajo había sido enfocado en el país, pero sentía que la dinámica de los medios y la comunicación debía tener una mirada más amplia. El tema de la globalización era clarísimo”, recuerda hoy desde Bogotá en entrevista con COLFUTURO.

“Me interesaba Nueva York porque es una capital de la comunicación global. Tenía claro que quería que fuera allá. Quería ese entorno, donde estaban los grandes canales, NBC, CBS, el New York Times. Era la necesidad de sintonizarme con lo global y de entender la comunicación de una forma más amplia”, explica.

"Nueva York te ofrecía una efervescencia, globalidad y multiculturalidad. Que yo estuviera estudiando el mundo de la comunicación en ese contexto, me marcó mucho".

Vivió esta etapa en 1998 con el apoyo del Programa Crédito Beca, del cual fue beneficiario en la promoción de ese año, y de la Beca Fulbright. Estudió un Master of Arts in Media Studies en The New School, una universidad situada en el barrio Greenwich Village, en el Bajo Manhattan. 

Lee también: Marcela Escovar, creando lectores para toda la vida


Gracias a ese programa, pudo hacer una práctica en Plaza Sésamo, con Children Workshop Television. Además, trabajó para una ONG Humanitaria de la Iglesia Luterana, lo cual le permitió viajar por Centroamérica y conocer nuevos contextos sociales en Honduras, El Salvador y Nicaragua. 

“En términos de música, cine y teatro, Nueva York te ofrecía una efervescencia, globalidad y multiculturalidad. Que yo estuviera estudiando el mundo de la comunicación en ese contexto, me marcó mucho. Bebí de ese universo y eso me alimentó en todas las dimensiones”, explica.

“La maestría me ofreció la flexibilidad en términos de explorar diferentes caminos. Desde cosas teóricas, pero también prácticas. Tomé una línea de producción enfocada en digital porque quería entender el tema. Estar en debates sobre globalización, sobre medios y al mismo tiempo meterme en el mundo de la comunicación digital”. Además, reconoce la importancia del apoyo que recibió para hacer realidad este proyecto: "La beca de COLFUTURO fue fundamental para lograr estudiar en Nueva York, una ciudad en donde el costo de la vida es muy alto. Si no es por ese apoyo y el de Fulbright, no hubiera sido posible mi deseo de estudiar en The New school", explica.

Parte de los retos del nuevo siglo

Al terminar sus estudios en Estados Unidos, regresó a Colombia, directamente desde Nueva York a Armenia para dirigir el Proyecto de Comunicación para la Reconstrucción del Eje Cafetero, luego del avasallante terremoto que sacudió a la capital del Quindío el 25 de enero de 1999. El contraste vivido fue grande debido a la magnitud de la catástrofe y a lo demandante de la labor. “Yo venía de un entorno de mucha teoría y fue aterrizar a un lugar muy local. Fue un contraste fuerte, un golpe de realidad. Adquirí muchas herramientas prácticas, junto a la mirada más robusta de la comunicación que me había dado la maestría (si bien no estaba hecha para eso)”, cuenta.

Te puede interesar: María José Herrera, la manager de producción colombiana destacada en las grandes películas de Sony Pictures Imagework

Posteriormente, en 1999, ingresó a la Fundación para el Nuevo Periodismo en Iberoamericano (FNPI), una iniciativa creada por el nobel de literatura colombiano Gabriel García Márquez, con el objetivo de estimular la calidad y la proyección del periodismo en la región. Se desempeñó como Coordinador de Proyectos, en un momento en el que la profesión daba sus primeros debates sobre los cambios que le imprimiría la irrupción del internet. 

"Era mirar el mundo completamente, una red de más de 100 organizaciones que trabajan la promoción del periodismo en todo el mundo. Eso me dio una mirada global en ese momento de mucha crisis. Pensar desde allí"

“Se evidenciaba que lo digital iba a generar transformaciones y ahí pude acompañar esas primeras discusiones sobre cómo internet iba a afectar el mundo del periodismo”, recuerda.

Estuvo en esa posición hasta el año 2004. Luego se fue a trabajar al sector público: pasó a ser el jefe de la Oficina de Cooperación Internacional del Ministerio de Educación de Colombia. De allí dio un salto al campo latinoamericano para coordinar las comunicaciones de proyectos para América Latina de la Fundación AVINA, una entidad que busca impulsar procesos colaborativos para generar cambios sistémicos a favor de la dignidad humana y el cuidado del planeta. 

Tras 3 años, en 2010 volvió a la FNPI, ahora llamada Fundación Gabo, para asumir el reto de la dirección ejecutiva. Al hacer parte de esta entidad, en 2016 fue elegido presidente de la Junta Directiva del GFMD (Global Forum for Media Development), una alianza internacional de organizaciones líderes en programas de apoyo y desarrollo de medios periodísticos.  

“Fue interesante porque era mirar el mundo completamente, una red de más de 100 organizaciones que trabajan la promoción del periodismo en todo el mundo. Eso me dio una mirada global en ese momento de mucha crisis. Pensar desde allí”, evoca sobre esa etapa.

En este regreso, se encontró con una entidad consolidada y de gran prestigio en la región. “Cuando vuelvo, es un momento de gran expansión: vino el cambio de nombre, la muerte de Gabo y la sostenibilidad sin su presencia. En un momento en el que el periodismo estaba en tremenda encrucijada, porque el tema digital había entrado fuerte y había alterado todo: poner a los medios en una crisis muy profunda que se está viviendo hasta el día de hoy. Haber acompañado todo eso fue interesante”, agrega.

Así describió Jaime Abello Banfi, el actual director general de la Fundación, la labor que realizó Ricardo durante sus dos etapas. “Se distinguió por su liderazgo, compromiso y dedicación para sacar adelante los propósitos misionales y plantear estrategias de desarrollo claves para la organización”.

Más noticias: María Isabel Cabarcas, el símbolo del poder de la mujer guajira

Dejó la Fundación en 2018 para hacerse cargo de la seccional Cartagena de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, y, por supuesto, para reencontrarse con otra de sus pasiones: la educación universitaria. “Eso me permitió entrar de lleno, esta vez desde lo directivo, en lo que es una institución de educación superior”.

El reto de hacer memoria sobre el conflicto y los desafíos actuales para el periodismo

Desde abril de 2020 hasta agosto de 2022, Ricardo fue el director de la estrategia de comunicaciones de la Comisión de la Verdad de Colombia, la entidad creada luego de los diálogos de La Habana entre el Gobierno de Colombia y las FARC. “Fue el desafío más grande de toda mi vida”, así lo describe. 

Allí dirigió al equipo que trabajó en la estructuración y difusión del Informe Final de la Comisión. “Me tocó echar mano de toda mi formación, de todo lo mejor que tenía y mucho de lo que estudié en Nueva York, muchas de esas bases, me sirvieron para enfrentar ese desafío. Fue mucho más duro de lo que me imaginé”, recuerda hoy.

"Cuando uno se la ha jugado toda la vida por las cosas en las que cree, la apuesta está: hay que seguir y persistir. Lo único que no se permite es rendirse y bajar la guardia".

Esa etapa la revive con la satisfacción que tiene el haber cumplido con un desafío enorme: contar una historia del conflicto colombiano en clave de no repetición. “El informe, la plataforma que se creó para ello, ha superado un millón de usuarios únicos. Mucho más de lo que jamás nos imaginamos. Uno quisiera que lo leyeran los más de 50 millones de colombianos, pero que lo hayan leído más de un millón de personas es increíble. Al final el trabajo en general de la Comisión fue bien valorado”, detalla Ricardo.

En septiembre de 2023, fue designado como director del Centro de Estudios en Periodismo (CEPER) de la Universidad de los Andes. Esta es una unidad académica de investigación y creación adscrita a la Facultad de Artes y Humanidades de la universidad, dedicada a la investigación sobre periodismo y medios de comunicación; a la creación periodística; a la formación académica y el debate sobre el futuro del periodismo; y a la asesoría y consultoría a medios de comunicación.

“Siento que estar aquí dirigiendo el CEPER es algo donde converge mucha de mi trayectoria. Mi trabajo con periodismo en las Fundaciones Gabo, AVINA, en la ANDI, en el GFMD, y mi trabajo en educación, la experiencia como profesor. Esa trayectoria me sirve muy bien para asumir este reto” explica.

Una plataforma que se enfrenta dos retos que están más vigentes que nunca en la actualidad: el de la crisis del periodismo y de la educación superior. “Ahora desde acá, seguimos insistiendo: defendiendo la importancia del periodismo, de la paz, de la reconciliación, de la investigación, de la educación superior. Todas esas agendas están más vigentes que nunca. Hay que seguir trabajando porque hay muchas amenazas y hay que hacer todo lo que uno pueda para defenderlas”.

Luego de su consolidada trayectoria, y tras ser consultado por la huella que cree haber dejado, Ricardo afirma: “He trabajado de manera muy consistente en promover el periodismo de calidad, independiente y responsable en América Latina. Una de las cosas que la Fundación Gabo quería hacer era mantener la llama viva del periodismo. Ese ha sido uno de los impactos y creo que ahí puse mi granito de arena. Cuando uno se la ha jugado toda la vida por las cosas en las que cree, la apuesta está: hay que seguir y persistir. Lo único que no se permite es rendirse y bajar la guardia.”

Con la firmeza de un convencido de su causa, asume el reto de coordinar esta entidad.

Crédito foto 4: Con los participantes de uno de los múltiples talleres y seminarios organizados por la Fundación Gabo en Cartagena para periodistas, editores y directores de medios de Colombia e Iberoamérica. Archivo personal

👉🏻La creación artística como catarsis: la búsqueda del director barranquillero David David