Dueña de un empuje conmovedor y de una energía positiva que se ilumina cuando sonríe, nuestra beneficiaria Diana Alexandra Buenaños Mena lidera actualmente tres proyectos con el objetivo común de promover la diversidad, la inclusión, la innovación legal y el empoderamiento femenino. Este artículo hace parte de un especial de beneficiarios chocoanos del Programa Crédito Beca, quienes trabajan por su territorio.
Escrito por: Luis Carlos Proaños O.
Autodefinirse, nunca es sencillo, pero ella lo tiene claro: Diana Buenaños Mena es una mujer afrobogotana con raíces chocoanas, empresaria social y activista apasionada por sus cinco banderas: el empoderamiento femenino, la diversidad e inclusión, la Innovación legal basada en la tecnología, la sostenibilidad y el emprendimiento.
Abogada bogotana, de padre y abuelos chocoanos, lidera la firma CALEC Abogados, especializada en derecho comercial, migratorio y consultoría Legaltech; la Fundación Sanctuary Colombia, enfocada en programas para promover oportunidades laborales para población Afrodescendiente; la empresa Akuai Energy, enfocada en la implementación de proyectos en movilidad eléctrica, eficiencia energética y energías renovables y el grupo empresarial Black Business Management, una iniciativa que a través del fortalecimiento de empresas y emprendimientos afro, busca empoderar económicamente a esta comunidad.
CALEC, su primera empresa, nació como una idea cuando estudiaba derecho en la Universidad Externado de Colombia. Su socia y mejor amiga, Andrea Rodríguez, fue una de las personas que conoció el primer día de clase en el primer semestre de la Universidad y se volvieron inseparables.
Juntas se pusieron la meta de crear una firma de abogados, pero no cómo las otras. “Dijimos: ‘queremos prestar servicios legales, pero de una forma diferente’. Después de haber vivido experiencias en firmas tradicionales queríamos contar con profesionales jóvenes, que pudieran tener un balance entre la vida personal y el trabajo, y creae un espacio en el que ayudáramos a las personas a crecer, hacer las cosas diferentes e innovando en cada paso”.
“Soy hija adoptiva de Quibdó, Beté, Samurindó y Bagadó, las tierras de mis ancestros, y tener la posibilidad de aportar desde la diáspora chocoana al crecimiento del departamento ha sido muy importante para mí”
Emprender una iniciativa de esa dimensión a los 23 años fue todo un reto, pero el esfuerzo y el empeño tuvieron su recompensa. Así lo cuenta Diana: “Hoy ya son 10 años y un equipo de más de 10 personas que conforman CALEC, iniciar fue difícil, pues éramos 3 jóvenes en un mundo de firmas lideradas por personas mayores, eso también implicó muchos retos y recibir muchos ‘no’. Pero cada vez más personas nos fueron dando la oportunidad de demostrar lo que sabíamos y confiaron en nosotros, ahora contamos con clientes de diferentes partes del mundo y un servicio reconocido por su alta calidad”.
Paralelamente, hace 8 años fundó junto con su familia, la Fundación Sanctuary Colombia, el emprendimiento social de una familia unida con un propósito trascendente: conquistar la dignidad, materializar derechos y generar oportunidades para la población afrodescendiente en Colombia y en el mundo.
“Lo que estamos haciendo es que a través de toda nuestra experiencia en la creación, fortalecimiento y expansión de empresas apoyamos a fortalecer modelos de negocios de personas afro que quieran también crear empresa o robustecerlas"
“Esto lo hacemos a través de programas, proyectos e iniciativas enfocados en la educación, el emprendimiento y el efectivo cumplimiento de los derechos fundamentales de las comunidades con quienes trabajamos y co-construimos. Ha sido chévere porque nos ha permitido compartir nuestro conocimiento, aprender de estas experiencias y apoyar a otras personas afro para que crezcan y se sientan realizadas”, reconoce Diana.
Gracias a su experiencia en estas dos iniciativas, Diana decidió apoyar el sueño de emprender de su pareja, Jorge Mario Avella Ruiz y así crearon Akuai Energy en el 2020, una nueva empresa que desde la conciencia ambiental y el cuidado del planeta para las generaciones futuras, busca impulsar la adopción de tecnologías limpias con el medio ambiente, a través de la movilidad eléctrica, el uso eficiente de la energía y las energías renovables. “Akuai ha sido todo un reto para mí, porque es la primera vez que emprendo en un campo completamente ajeno a mi profesión, sin embargo no me arrepiento y ha valido completamente la pena. Estamos apoyando de forma directa la construcción del futuro que soñamos para nuestro planeta y esto me emociona mucho.”
El más reciente de sus proyectos es el Ecosistema Empresarial Black Business Management, un conjunto de empresas, emprendimientos e iniciativas lideradas o con participación en posiciones decisorias de personas afrodescendientes. “Lo que estamos haciendo es que a través de toda nuestra experiencia en la creación, fortalecimiento y expansión de empresas apoyamos a fortalecer modelos de negocios de personas afro que quieran también crear empresa o robustecerlas. Trabajamos con personas en diferentes partes de Colombia y otros países de las Américas, en diferentes sectores como el cultural, la salud, energías renovables, diseño, consultoría, entre otros”, explica.
Un hecho clave que determinó la vida de Diana y la creación de los diferentes proyectos en los que trabaja, ocurrió en 2015, cuando decidió estudiar una maestría fuera del país.
Ella escogió hacer una maestría Erasmus Mundus, enfocada en Business, Law and Economics que le permitió vivir en 3 países diferentes de Europa y estudiar en la Erasmus University Rotterdam de Países Bajos, la Universidad de Gante en Bélgica y la Aix-Marseille Université en Francia, todo esto, con el apoyo del Programa Crédito Beca de COLFUTURO.
“Al encontrar los Programas Erasmus Mundus pude cumplir el sueño de mi papá de estudiar en Holanda y al mismo tiempo el mío de estudiar en Francia. Así lo hice y fue súper interesante. Haber podido estudiar en el exterior fue demostrarme a mí misma que no había barreras, que el mundo es gigante pero también es un lugar acogedor donde siempre puedes aprender cosas nuevas y encontrar personas que te van a apoyar, que te van a querer por quién eres, que te van a respetar, que están dispuestas a compartir contigo y que tienes mucho por compartir”, revela.
De allí obtuvo las bases sólidas que se ven claramente reflejadas en sus proyectos y se dio cuenta que cuando se tiene claro un norte en la vida, todo se relaciona. “Gracias a la maestría entendí la importancia de contar con un enfoque multidisciplinario, al aplicar herramientas y conceptos de la economía y el análisis del derecho se puede fortalecer el modelo de negocios de los emprendimientos y empresas para que crezcan y sean sostenibles en el tiempo. Uno no deja nada de lado, se mezcla el deber ser con el ser”, explica reconfortada.
"La forma en la que COLFUTURO apoya a las personas es tan completa que hizo que mi experiencia fuera gratificante y memorable"
En un lugar especial de sus recuerdos guarda el espacio para agradecer el apoyo brindado por COLFUTURO durante esta etapa. “Para mí significó todo. Fue abrirme la posibilidad de cumplir ese sueño. Pude centrarme plenamente en mis estudios y las demás vivencias alrededor de estudiar en el exterior. No estaba preocupada por cómo iba a vivir o con qué iba a pagar las cosas. La forma en la que COLFUTURO apoya a las personas es tan completa que hizo que mi experiencia fuera gratificante y memorable”, agradece Diana.
Además de sus tres proyectos, Diana participa activamente de otras iniciativas de carácter social, una de las más importantes es la Red de exbecarios y exbecarias chocoanas: RedPensando al Chocó.
Un proyecto que busca generar un impacto positivo en la región a través de lo que sus miembros hacen en sus respectivas carreras. “Soy hija adoptiva de Quibdó, Beté, Samurindó y Bagadó, las tierras de mis ancestros, y tener la posibilidad de aportar desde la diáspora chocoana al crecimiento del departamento ha sido muy importante para mí”, reconoce.
Diana hace parte del grupo de cofundadores de la iniciativa y, como a los otros integrantes, le ha sorprendido gratamente ver cómo los han recibido abiertamente en los lugares en los que han tocado puertas.
“Ser una iniciativa de la sociedad civil, independiente, sin afinidad política, que trabaja con transparencia y conformada por personas altamente cualificadas y preparadas en las mejores universidades del mundo, nos ha permitido generar sinergias que antes no se podían dar. Nuestra meta es ser articuladores de iniciativas y empresas que quieran trabajar en el departamento para generar cambios sistémicos, modificando también, la forma en la que vemos y pensamos en el Chocó, desde adentro pero también desde afuera. El trabajo que queda por hacer es gigante pero ya estamos viendo frutos de lo que estamos haciendo”, explica con entusiasmo.
Pensando en clave de futuro, Diana confiesa la forma en la que le gustaría impactar y ser recordada. “Para mí es muy importante el legado que construimos. Espero dejar huella en el Chocó, para que sea un departamento más empoderado, económicamente fortalecido gracias al aprovechamiento sostenible y respetuoso de su biodiversidad, que entendamos el valor de las personas afro en el desarrollo de un país en paz y que todas las herramientas existen estén al servicio de las personas que viven allí, porque actualmente la gente va al Chocó, saca lo que necesita y muchas veces no deja nada”.
Esto es un asunto personal para ella y también una forma de retribución al legado del que hace parte gracias a sus familiares. “En el Chocó están mis raíces. Para mí retribuir algo del privilegio que la vida me ha dado, en la tierra donde crecieron mis abuelos, vivieron y lograron gracias a la educación no tiene precio; y también los vi cada vez que alguien llegaba a Bogotá, decían que la casa de ellos era la Embajada del Chocó en Bogotá, siempre estaban las puertas abiertas. Lo que hacemos tiene que ver y gracias a la tierra de dónde venimos”, finaliza.