Erika Salgado lleva más de 7 años en COLFUTURO, tiempo en el que se ha desempeñado en distintas áreas y en el que ha podido crecer personal, académica y profesionalmente. Este es un artículo de reconocimiento interno por su labor actual como integrante del área de Gestión de Becas Externas (GBE).
Escrito por: Luis Carlos Proaños O.
El primer permiso que solicitó Erika Salgado desde que empezó a trabajar en COLFUTURO fue para hacer los trámites de su cédula de ciudadanía. Es decir que llegó a la Fundación siendo todavía muy joven como aprendiz SENA, del tecnólogo en Gestión Administrativa, luego de un proceso fortuito.
Después de buscar sin mucho éxito una empresa en la cual hacer sus prácticas, un día, una amiga le contó que la habían llamado de COLFUTURO para una entrevista y la invitó a que fueran juntas. Sorpresivamente, fue ella quien quedó seleccionada.
“COLFUTURO significa transformación. Para mi vida ha significado estabilidad, es uno de esos pilares que me ha ayudado a avanzar en mi proyecto de vida y personal"
Así empezó una historia que lleva ya más de 7 años en los que Erika, según sus propias palabras, ha podido crecer y transformarse en todos los ámbitos.
“Inicié mi contrato de aprendizaje en junio de 2016 y en diciembre empecé las prácticas. Apoyé procesos de contabilidad, registros, comprobantes de egreso, gestión documental, tareas del área administrativa con Adriana Vidal y durante la Semana Santa apoyé la recepción, el Programa de Idiomas y logré conocer un poco de COLFUTURO”, recuerda hoy.
Finalizó esta etapa, en julio de 2017, en el área de Gestión de Becas Externas (GBE). Ocho días después recibió una llamada que le permitió continuar en COLFUTURO.
“Constanza Londoño me llamó para preguntarme si me interesaba trabajar un mes con ellos revisando documentos y le dije que sí. A los 15 días me dijo que, si me quería quedar trabajando con ellos y aquí sigo hasta hoy”, explica.
Así recuerda Constanza Londoño, directora del área de GBE, las motivaciones detrás de la confianza depositada en el desempeño de Erika. “Lo que realmente me motivó solicitar su contratación de forma permanente, fue su habilidad para adaptarse rápidamente a los diferentes procesos y asumir tareas complejas con disciplina y una gran capacidad de aprendizaje. No solo cumplía con sus responsabilidades; también proponía mejoras y asumía un rol de liderazgo natural en el equipo, lo cual es poco común en alguien en etapa de formación. Mostró una ética de trabajo y una capacidad organizativa destacada, especialmente en un área tan sensible como GBE, donde la precisión y la responsabilidad son claves”.
“Me motiva ayudar a los estudiantes. En esta fase tenemos personas de diferentes regiones. El hecho de acercarse a esa realidad, de estar legalizando a personas del Putumayo, del Chocó, para mí es grandioso"
Durante estos estos años, Erika Salgado ha pasado por distintas áreas de la empresa y ha compartido momentos y aprendizajes con muchas personas a quienes guarda un agradecimiento especial. En Gestión de Becas Externas, ha apoyado los temas de legalización, seguimiento a doctorados, desembolsos y luego a cartera.
Detrás de todo lo que hace, hay una motivación que impulsa el empeño puesto en su labor. “Me motiva ayudar a los estudiantes. En esta fase tenemos personas de diferentes regiones. El hecho de acercarse a esa realidad, de estar legalizando a personas del Putumayo, del Chocó, que no saben manejar un computador, es como un choque de realidad. Creo que poder ayudarlas para mí es grandioso, todo lo que hago lo hago con disciplina y amor”, señala.
Paralelamente a su desempeño y crecimiento en el área, Erika ha avanzado en su formación profesional, recibiendo un apoyo económico por parte de COLFUTURO para ese fin. Luego de terminar su tecnología en el SENA, estudió y se graduó de Administración de Empresas en el POLI. Actualmente se encuentra terminando sus estudios de Contaduría Pública en la UNAD.
“COLFUTURO significa transformación. Para mi vida ha significado estabilidad, es uno de esos pilares que me ha ayudado a avanzar en mi proyecto de vida y personal”, describe Erika.
“Su compromiso y rigor en cada tarea aseguran un trabajo siempre impecable, siendo evidente su atención al detalle y su capacidad para mantener altos estándares de calidad. Erika no solo cumple con sus responsabilidades, sino que también inspira a otros a alcanzar la excelencia a través de su propio ejemplo”, asegura Constanza Londoño.
Así describe, Paola Peña, coordinadora de convenios de GBE, lo más destacado de la labor realizada por Erika: “Su enfoque en la calidad es notable, y su trabajo siempre se caracteriza por un alto nivel de detalle y precisión. Su empatía y compromiso con el bienestar de su equipo hacen de ella una persona muy valorada, tanto profesional como personalmente”.
Desde su llegada, ha apoyado distintos procesos y ha dejado un grano de arena en ellos: como la estructuración de la legalización de GBE, la parametrización del sistema BankVision, los reportes en data crédito, el módulo de endeudamiento para los créditos de castigo y otros proyectos para mejorar la atención de cara a los beneficiarios/as.
“Me gusta el hecho de que COLFUTURO nos está poniendo retos. Dentro de cada tarea hay nuevos desafíos, nuevas preguntas de los estudiantes y esos retos también me gustan”, complementa Erika.
También, a la par de su crecimiento, ha visto como la Fundación se ha transformado y ha crecido. “El cambio es grande y la filosofía sigue siendo la misma: el beneficiario/a en el centro. Las transformaciones han sido en cuanto al tema tecnológico y en general del fortalecimiento de los procesos, llevándolos hacia la innovación. Lo que más me ha ayudado a transformarme es que no solo se trata de hacer el trabajo sino también no olvidar nuestros proyectos profesionales, hacer cursos que fortalezcan nuestras habilidades. Eso no ha cambiado, pero me ha ayudado a ir transformando mi vida”, explica.
Erika se percibe como una persona familiar, que se enfoca en sus proyectos personales, laborales y profesionales; y cree que la clave para poder quedarse fueron la disciplina, la constancia y la vocación. “Me gusta compartir, ser atenta con las personas”, explica.
Hace un tiempo se mudó de ciudad y ahora vive en el municipio de Mesetas, Meta, junto a su pareja. Desde allí ha tenido la oportunidad de compartir tiempo de calidad con sus abuelos. “La convivencia con mi familia es excelente, mis papás son seres maravillosos, los admiro muchísimo. Mi hermana es mi heroína, una chiquitina muy inteligente”, remarca con emoción. Sus padres y su hermana viven en Bogotá y trata de visitarlos frecuentemente.
Entre sus hobbies principales se cuenta la lectura de novelas y la práctica del ciclismo aficionado. “Me encanta la naturaleza. El hecho de haber cambiado de residencia ha fortalecido que pueda salir a disfrutar del aire libre de estas actividades. Normalmente salgo los martes, los jueves, y el sábado medio día a rodar.”, remarca.
“Erika se interesa genuinamente por el bienestar de quienes la rodean, buscando un equilibrio entre su desarrollo personal, el bienestar familiar y un ambiente laboral positivo”, describe Andrea Peña.
“Ella sobresale por su empatía y su disposición para ayudar. Su seriedad y profesionalismo no opacan su lado humano; es una persona cercana y confiable, que transmite seguridad y apoyo a quienes trabajan con ella”, indica Constanza Londoño, directora del área de Gestión de Becas Externas.
“La conocí soñadora con muchas metas, algo frágil sí. Ha logrado hacerse más fuerte y luchadora. Nunca se rinde, es una guerrera. Ha crecido profesionalmente con ganas de comerse el mundo. Erika es una gran mujer”, relata emotivamente Adriana Vidal.
El crecimiento que Erika ha tenido durante estos años de trabajo en COLFUTURO, lo agradece al apoyo de la Fundación y a las personas que la conforman.
“Por fases, inicialmente a la doctora Cecilia Salgado, y a Adriana Vidal, quienes siempre estuvieron pendientes de mí, para motivarme, para todo. En GBE a todos, pero especialmente a Constanza por darme esa oportunidad inicial y a Andrea Peña porque un día se sentó conmigo y me explicó la importancia de lo que hacemos. Ellas fueron fundamentales en el inicio de este proceso”, agradece.
La primera vez que tuvo la oportunidad de viajar en avión fue por un trabajo que debía realizar en la Universidad del Valle. “En ese mismo viaje fue la primera vez que tenía que hablar en público frente a un auditorio de doctores, fue trabajo de campo que me ayudó a soltarme, a perder la pena. De ahí en adelante ya no tenía miedo y estaba tranquila”, recuerda.
Ahora Erika tiene en su futuro terminar la segunda carrera y continuar con una especialización: “Esperaría que a finales del próximo año esté por graduarme. Luego me gustaría hacer algo relacionado con el tema tributario. Hay un proyecto en remojo, tengo familiares contadores, hemos hablado de trabajar en conjunto. Aprender el inglés es un paso fundamental”, describe.
Siempre con el foco en seguir creciendo y aportando desde su labor en todo lo que pueda tanto en el ámbito personal y profesional.