La vocación de Hernán Hurtado Ramírez se hizo visible durante su etapa de servicio social del bachillerato en Bogotá, en la ciclovía de la ciudad, tiempo en el que se enamoró de la actividad física.
Desde su etapa en el colegio, Daniela Barberi Torres supo que, para poder desarrollar su proyecto de vida, tal y como lo había imaginado, debía buscar la manera de estudiar en el exterior.
La mentalidad de Daniel Eduardo Acosta Gandur, ingeniero industrial de la Universidad del Norte, cambió radicalmente tras recibir la primera clase de su posgrado en Estados Unidos.
Las crisis son las oportunidades ideales para que brote el ingenio.